
Reclamación de Deuda a nivel Internacional en un contexto de Globalización del mercado
En el actual entorno económico globalizado, las relaciones comerciales traspasan fronteras y los contratos se celebran entre partes de diferentes países con mayor frecuencia que nunca. Sin embargo, esta interconexión global, si bien ofrece oportunidades de expansión y crecimiento para las empresas y los profesionales, también genera nuevos desafíos, especialmente cuando se trata de la recuperación de deudas transnacionales.
El comercio internacional se ha visto impulsado por avances tecnológicos, acuerdos comerciales y la apertura de mercados en diversas regiones del mundo. No obstante, la globalización también ha creado una serie de complejidades jurídicas que dificultan la recuperación de una deuda cuando el deudor se encuentra fuera de la jurisdicción nacional del acreedor. En este contexto, las empresas y particulares se enfrentan al reto de cómo hacer cumplir sus derechos en un escenario internacional que involucra diferentes legislaciones, procedimientos y sistemas judiciales.
Eso sí, en este entorno cada vez más interconectado, es en nuestra Unión Europea (UE) donde se ha consolidado uno de los mayores mercados comunes del mundo. El legislador europeo no ha sido ajeno a esta evolución y desde hace décadas la UE ha implementado una serie de instrumentos legales que buscan eliminar las barreras jurídicas entre sus Estados miembros, lo que permite que las empresas puedan gestionar la recuperación de deudas con mayor eficacia y seguridad jurídica.
Con una legislación y normativa en constante evolución, entender cómo abordar la reclamación de deuda en este contexto se ha convertido en un desafío crucial tanto para empresas como para particulares, siendo esencial contar con el apoyo de profesionales especializados en la materia.
Aspectos clave en la reclamación internacional de deuda
- Jurisdicción y Competencia: El primer paso en la reclamación de deuda internacional es determinar qué tribunal tiene la autoridad para resolver el conflicto. Esto depende del acuerdo contractual entre las partes y de las normativas aplicables en cada país. En muchos casos, las partes acuerdan una cláusula de jurisdicción en sus contratos que especifica qué tribunal será competente en caso de disputa. Sin embargo, cuando no existe este acuerdo, el proceso puede volverse más complejo y costoso.
- Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Extranjeras: Incluso estableciéndose el fuero competencial en el país del acreedor, una vez que se obtiene una sentencia favorable, el siguiente desafío es lograr que esa sentencia sea reconocida y ejecutada en el país del deudor. No todos los países están obligados a reconocer las decisiones judiciales extranjeras, por lo que es esencial conocer los acuerdos de reciprocidad y las condiciones bajo las cuales las sentencias pueden ser validadas.
Principales Herramientas Legales en la UE para la Reclamación de Deudas
Sin perjuicio de lo hasta ahora establecido, tal y como adelantábamos, sí que es cierto que una de las grandes ventajas de operar dentro de la Unión Europea es la existencia de un marco legal que facilita la resolución de disputas y la recuperación de deudas transfronterizas incluso cuando esta casuística no ha estado expresamente contemplada en el contrato, lo que posiblemente agilice notablemente los procedimientos y abarate los costes.
- REGLAMENTO (UE) No 1215/2012 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 12 de diciembre de 2012 relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil: El comúnmente conocido como Reglamento Bruselas I (bis), establece reglas claras sobre é tribunales tienen jurisdicción para conocer los casos de reclamación de deudas transfronterizas en la UE. En general, este reglamento permite que las empresas demanden a sus deudores en el país donde reside el demandado, o en el país donde el contrato fue ejecutado, lo que ofrece flexibilidad al acreedor y reduce la incertidumbre sobre el lugar donde debe iniciar el procedimiento judicial.
Asimismo, dicho reglamento facilita la ejecución de las sentencias obtenidas en un Estado Miembro en otros Estados Miembros. Así, por ejemplo, una vez obtenida una Sentencia en España, aunque el deudor carezca de bienes y derechos embargables en territorio nacional, el Reglamento asegura, salvo contadas excepciones, que la anterior resolución sea automáticamente válida y ejecutable en cualquier otro país de la UE, sin necesidad de pasar por un proceso de homologación, lo que agiliza enormemente la recuperación de la deuda en diferentes jurisdicciones.
- Orden Europea de Retención de Cuentas: el REGLAMENTO (UE) No 655/2014 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 15 de mayo de 2014 por el que se establece el procedimiento relativo a la orden europea de retención de cuentas a fin de simplificar el cobro transfronterizo de deudas en materia civil y mercantil incorpora una herramienta que se encuentra estrechamente relacionada con la anterior normativa. Así, habiendo obtenido una sentencia en un Estado Miembro, este reglamento permite al acreedor impulsar y obtener la congelación y retención de los fondos de un deudor en una cuenta bancaria situada en otro Estado Miembro directamente a través de los órganos judiciales del Estado Miembro de Origen, sin tener que acudir desde un principio a los tribunales extranjeros.
- Procedimiento Monitorio Europeo y Título Ejecutivo Europeo: Además de los anteriores Reglamentos, en el seno de la UE también se han previsto determinados mecanismos que pueden operar en situaciones ante las cuales se estén reclamando deudas que ya consten acreditadas por un principio de prueba (como podrían ser facturas comerciales) o que no hayan sido impugnadas.
El Procedimiento Monitorio Europeo ha sido introducido por el Reglamento (CE) nº 1896/2006. Este procedimiento permite a los acreedores reclamar cantidades debidas de manera eficiente y con menos costos que los procedimientos judiciales tradicionales, sin necesidad de iniciar un juicio complejo. La principal ventaja es que el acreedor podrá presentar su solicitud directamente ante el tribunal competente de su país de residencia o sede, dando lugar a un requerimiento de pago europeo que será notificado directamente al deudor.
Por su parte, el Título Ejecutivo Europeo (TEE), regulado en el Reglamento (CE) nº 805/2004, es un instrumento legal creado para facilitar todavía más la ejecución de sentencias y resoluciones judiciales en el ámbito civil y comercial dentro de la UE. Obtenida una sentencia favorable que reconozca el derecho de un acreedor a cobrar una deuda en su país de origen que no haya sido impugnada por el deudor, esta resolución se podrá convertir en un Título Ejecutivo Europeo por la mera certificación del Tribunal de Origen: Título que podrá ser presentado directamente ante las autoridades competentes de otor Estado Miembro por parte del acreedor para iniciar su ejecución.
Normativas Internacionales (extracomunitarias)
A nivel extracomunitario, si bien es cierto que la recuperación de la deuda de forma no amistosa se complica, también es cierto que la comunidad internacional también ha previsto reglas y mecanismos aplicables.
En efecto, dependiendo de los países involucrados, existen tratados y convenios que pueden facilitar la resolución de estas disputas. Ejemplos como el convenio de Lugano (relativo a la competencia judicial y a la ejecución de resoluciones en materia civil y mercantil) o el de la Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías, incorporan mecanismos que, cuanto menos, pueden facilitar la armonización de normas y la promoción de la cooperación judicial internacional.
Alternativas a la vía judicial: Arbitraje y Mediación
Dado que el proceso judicial internacional puede ser costoso y prolongado, muchas empresas optan por resolver disputas a través de métodos alternativos de resolución de conflictos (ADR, por sus siglas en inglés), como el arbitraje o la mediación. Estas opciones, aunque también reguladas por normas internacionales, suelen ser más rápidas y menos onerosas que los litigios tradicionales.
El arbitraje internacional se ha convertido en una de las principales herramientas para resolver disputas comerciales internacionales, sobre todo de escala extracomunitaria, debido a su flexibilidad, confidencialidad y la capacidad de emitir decisiones que son fácilmente ejecutables en diferentes países.
Recomendaciones para la reclamación internacional de deudas
- Redacción clara de contratos: Asegurarse de que los contratos incluyan cláusulas claras sobre la ley aplicable, la jurisdicción competente y la forma de resolución de disputas es fundamental para evitar problemas en caso de impago. También es importante especificar las condiciones de pago, plazos y consecuencias en caso de incumplimiento.
- Asesoría legal especializada: Contar con un despacho de abogados especializado puede ser clave para la gestión efectiva de la reclamación. Los profesionales en esta área conocen las particularidades de las diferentes casuísticas y las herramientas legales disponibles para cada tipo de disputa.
- Evaluación de riesgos: Antes de emprender una acción legal, es importante evaluar la solvencia del deudor, la complejidad del proceso y los costos asociados. En algunos casos, podría ser más eficiente negociar una solución amistosa o recurrir a otras vías de resolución del conflicto.
Conclusión
En un mundo cada vez más globalizado, las empresas deben estar preparadas para enfrentar las complejidades que surgen cuando se trata de recuperar una deuda a nivel internacional. La comprensión de los marcos jurídicos internacionales, el uso de métodos alternativos de resolución de conflictos y la asesoría legal especializada son herramientas esenciales para asegurar que los derechos de los acreedores sean protegidos y que la deuda sea recuperada de manera efectiva.
En este sentido, contar con un despacho de abogados experimentado en dicho ámbito puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa o un proceso largo y costoso sin resultados. La globalización del mercado ofrece grandes oportunidades, pero también exige una preparación legal adecuada para manejar sus retos.