Reclamación por Mala Praxis Médica en España: ¿Qué Debes Saber?

Ante una mala praxis médica, tanto en la sanidad pública como en la sanidad privada, es esencial identificar la respuesta legal adecuada para obtener la reparación o compensación por el daño sufrido. Cada caso de negligencia médica es único y debe analizarse de forma individual, ya que ninguna intervención médica es idéntica a otra. Esta singularidad en los casos clínicos hace imprescindible un estudio detallado para determinar la viabilidad de la reclamación y garantizar el éxito en la obtención de una indemnización.

¿Qué es la mala praxis médica?

La mala praxis médica ocurre cuando un profesional de la salud no actúa conforme a los estándares médicos exigidos, provocando un daño al paciente. Este incumplimiento puede generar responsabilidad por negligencia médica, lo que permite al paciente que ha sufrido una lesión o que no ha recibido el tratamiento adecuado, solicitar una indemnización por los perjuicios ocasionados.

Principales situaciones de negligencia médica

Existen diversas circunstancias que pueden considerarse mala praxis y dar lugar a la reclamación de daños y perjuicios. Entre las más comunes se encuentran:

  1. Falta de información previa a las intervenciones médicas: No proporcionar al paciente una explicación clara sobre los riesgos asociados al tratamiento o intervención.
  2. Retrasos o errores en el diagnóstico: Diagnosticar incorrectamente una enfermedad o retrasar el diagnóstico, afectando negativamente al pronóstico del paciente.
  3. Infecciones o contagios en centros médicos: Fallos en los protocolos de higiene y control, que pueden derivar en infecciones nosocomiales.
  4. Suministro inadecuado de medicamentos: Administración de medicamentos erróneos o en dosis incorrectas.
  5. Daños en el feto durante el parto: Lesiones sufridas por el recién nacido debido a actuaciones médicas negligentes durante el parto.
  6. Ausencia de actuaciones de urgencia: No responder de manera adecuada ante emergencias médicas que requieren intervención inmediata.

Estas situaciones representan solo algunos de los múltiples supuestos que pueden derivar en una reclamación por negligencia médica. Cada caso debe ser analizado cuidadosamente para determinar si existe una infracción del deber de diligencia que pueda justificar una compensación económica.

La importancia del informe pericial en casos de mala praxis médica

Antes de iniciar cualquier reclamación por negligencia médica, es fundamental realizar un estudio de viabilidad del caso con la ayuda de peritos médicos especializados. Estos profesionales evaluarán si la actuación médica fue conforme a los estándares exigidos o si, por el contrario, existió una mala praxis que justifique la reclamación.

Entre los peritos más habituales en este tipo de procedimientos se encuentran:

  • Peritos oftalmólogos: Para casos relacionados con errores en cirugías o tratamientos oculares.
  • Peritos de daño corporal: En situaciones donde el paciente haya sufrido lesiones físicas.
  • Peritos odontólogos: Especializados en negligencias relacionadas con tratamientos dentales.

Este informe pericial es esencial para determinar la fortaleza del caso y es un requisito indispensable para avanzar en el proceso de reclamación.

Medicina voluntaria y consentimiento informado

En el caso de intervenciones de medicina voluntaria, como los injertos capilares o los procedimientos de medicina estética, la ley exige un mayor rigor en la obtención del consentimiento informado. Esto significa que el paciente debe recibir información detallada y comprensible sobre los riesgos del tratamiento, ya que se trata de procedimientos electivos. La falta de este consentimiento puede dar lugar a una reclamación por mala praxis, incluso si no hubo un daño directo, simplemente por no haber informado adecuadamente al paciente.

Vías para reclamar una indemnización por negligencia médica

El tipo de reclamación a iniciar dependerá de si la negligencia ha tenido lugar en el ámbito de la sanidad pública o en la sanidad privada. Cada una de estas vías tiene particularidades específicas en cuanto a los trámites y procedimientos a seguir.

1. Reclamación en la sanidad pública

Cuando el error médico ocurre en un centro de sanidad pública, la vía adecuada para reclamar es la vía administrativa. En este caso, el procedimiento consiste en presentar una reclamación ante la Administración Pública responsable del centro médico donde se produjo la negligencia. Este tipo de reclamaciones se caracterizan por tener plazos más estrictos y procedimientos que requieren la intervención de abogados especialistas en responsabilidad patrimonial del Estado.

2. Reclamación en la sanidad privada

En el caso de centros de sanidad privada, la reclamación debe realizarse a través de la vía civil. Aquí, el paciente puede demandar directamente al médico o al hospital por los daños ocasionados. Este proceso generalmente incluye la intervención de compañías aseguradoras, que suelen ser las responsables finales de pagar la indemnización al paciente afectado.

3. La vía penal en casos graves

La vía penal está reservada para los casos más graves, en los que se evidencia una clara violación del deber de diligencia. Estos casos implican situaciones donde la negligencia médica ha tenido consecuencias severas, como la pérdida de la vida o daños irreparables al paciente. En estas situaciones, además de la indemnización, puede imponerse una sanción penal al médico o al personal responsable.

El papel de las aseguradoras en las reclamaciones

En la mayoría de los casos de negligencia médica, las compañías aseguradoras juegan un papel clave, ya que son las responsables últimas de pagar las indemnizaciones. Por ello, es fundamental contar con abogados expertos en derecho sanitario que puedan gestionar de manera efectiva las negociaciones con las aseguradoras y maximizar las posibilidades de obtener una compensación justa.

Plazos de prescripción en reclamaciones por negligencia médica

Es crucial tener en cuenta que los plazos de prescripción para presentar una reclamación por mala praxis médica son limitados. En general, los plazos más comunes son:

  • Un año desde que el paciente tiene conocimiento del daño en la vía civil.
  • Un año para las reclamaciones por responsabilidad patrimonial en la sanidad pública.
  • Seis meses en caso de optar por la vía penal.

Debido a la complejidad de los procedimientos y la brevedad de estos plazos, es recomendable iniciar las gestiones lo antes posible y contar con un asesoramiento legal especializado para evitar la caducidad de los derechos del paciente a reclamar.

Conclusión

Enfrentarse a un caso de mala praxis médica puede ser un proceso complejo, pero con el asesoramiento adecuado y un equipo de peritos especializados, es posible obtener la indemnización que corresponde por los daños sufridos. Es fundamental actuar con rapidez, entender las particularidades de cada caso y elegir la vía legal adecuada para reclamar. Si has sido víctima de una negligencia médica, no dudes en consultar a un abogado especializado en la materia para proteger tus derechos y recibir la compensación que mereces.