Responsabilidad del Socio o Administrador Avalista en el Concurso de Acreedores: Qué riesgos asume y cómo proteger su patrimonio

Cuando una empresa en España atraviesa dificultades financieras y se declara en concurso de acreedores, la situación afecta no solo a la propia entidad, sino también a aquellos que han actuado como avalistas, especialmente si son socios o administradores. Estos avalistas se encuentran en una posición de doble riesgo: por un lado, la posible pérdida de su inversión en la empresa; por otro, la responsabilidad de responder con su patrimonio personal si la empresa no puede saldar sus deudas.

Definición de conceptos clave

  • Concurso de acreedores: Procedimiento legal que se inicia cuando una empresa o persona física no puede cumplir con sus obligaciones de pago de manera regular. Su objetivo es reorganizar o liquidar el patrimonio del deudor para satisfacer, en la medida de lo posible, a los acreedores.Wikipedia, la enciclopedia libre

  • Avalista: Persona o entidad que garantiza el cumplimiento de una obligación financiera de un tercero. En caso de que el deudor principal no cumpla con su compromiso, el avalista debe asumir la deuda.

  • Socio: Individuo que posee una parte del capital social de una empresa, es decir, un accionista o propietario parcial de la misma.

  • Administrador: Persona encargada de la gestión y representación de la empresa, tomando decisiones estratégicas y operativas en su nombre.

El papel del socio o administrador como avalista en el concurso de acreedores

Los socios o administradores que actúan como avalistas garantizan personalmente las obligaciones de la empresa frente a terceros. Esto implica que, si la empresa es incapaz de pagar sus deudas, los acreedores pueden exigir el pago al avalista. Es importante destacar que la declaración de concurso no extingue automáticamente las obligaciones personales de los avalistas.

Ejemplo práctico:

Supongamos que una empresa solicita un préstamo bancario y el administrador firma como avalista personal. Si la empresa entra en concurso de acreedores y no puede devolver el préstamo, el banco puede reclamar el importe adeudado directamente al administrador avalista, afectando su patrimonio personal.

Aspectos clave a considerar:

  • Responsabilidad persistente: La responsabilidad del avalista no desaparece con el inicio del concurso; los acreedores pueden seguir reclamando el pago al avalista si la empresa no satisface sus deudas, lo que pone en riesgo su patrimonio personal.

  • Suspensión de ejecuciones individuales: Al declararse el concurso, se suspenden las ejecuciones individuales contra la empresa para proteger su patrimonio y facilitar su reorganización. Sin embargo, esta suspensión no siempre se extiende a los avalistas, quienes pueden continuar enfrentando acciones judiciales por parte de los acreedores.

Opciones legales y defensas para el socio o administrador avalista

Ante la posibilidad de tener que responder con su patrimonio personal, los avalistas cuentan con alternativas legales para mitigar el impacto del concurso de acreedores:

  1. Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad: Esta ley permite a personas físicas en situación de insolvencia exonerar o reducir sus deudas tras un proceso judicial. Para ello, el avalista debe demostrar buena fe y cumplir con ciertos requisitos, como no haber sido condenado por delitos económicos en los últimos diez años.

    Ejemplo práctico:

    Un administrador que ha avalado deudas de su empresa y, debido al concurso, se encuentra en insolvencia personal, puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad para cancelar parte de sus deudas y comenzar de nuevo financieramente.

  2. Defenderse en acciones de responsabilidad: Si el socio o administrador enfrenta una posible derivación de responsabilidad por su gestión, es esencial contar con una defensa sólida. La ley establece límites para imponer responsabilidades adicionales al administrador, por lo que una asesoría legal adecuada puede ser determinante para evitar o reducir las consecuencias de una posible declaración de responsabilidad concursal.

    Ejemplo práctico:

    Si se acusa al administrador de haber agravado la insolvencia por una gestión negligente, una defensa legal adecuada puede demostrar que actuó con diligencia y en el mejor interés de la empresa, evitando así sanciones adicionales.

Recomendaciones para el socio o administrador avalista en un concurso de acreedores

Para proteger su patrimonio, es fundamental que los socios o administradores avalistas tomen las siguientes precauciones:

  • Revisión detallada del contrato de aval: Es recomendable analizar con un abogado especializado el contrato de aval para identificar posibles cláusulas abusivas o desproporcionadas que puedan ser impugnadas.

  • Asesoramiento legal especializado: Contar con un abogado experto en derecho concursal y bancario puede ofrecer estrategias de defensa y alternativas legales para reducir o limitar la responsabilidad del avalista en el concurso.

  • Evaluación de la Ley de Segunda Oportunidad: Si el avalista se encuentra en una situación de insolvencia personal, esta ley puede ser un recurso valioso para reducir o eliminar su deuda, permitiéndole reconstruir su estabilidad financiera.

  • Coordinación de concursos conexos: En situaciones donde tanto la empresa como el avalista enfrentan insolvencia, es posible plantear la declaración conjunta de concursos conexos. Esta coordinación es esencial, ya que una calificación culpable del concurso de la empresa puede afectar negativamente al avalista, impidiéndole obtener la exoneración en su propio concurso personal.

Conclusión

La posición del socio o administrador avalista en un concurso de acreedores es especialmente vulnerable. Para proteger sus intereses, es crucial mantenerse informado y contar con el apoyo de profesionales especializados en derecho concursal. Esto le permitirá negociar condiciones de pago favorables, defenderse en caso de acciones de responsabilidad y, de ser necesario, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, maximizando así sus opciones para enfrentar con éxito el reto financiero que representa el concurso de acreedores.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

 

¿Qué es un avalista en el contexto empresarial?

Un avalista es una persona que garantiza con su patrimonio personal las obligaciones financieras de una empresa frente a terceros. Si la empresa no puede cumplir con sus deudas, el avalista debe responder por ellas.

¿La declaración de concurso de acreedores libera al avalista de sus obligaciones?

No, la declaración de concurso de acreedores de la empresa no extingue las obligaciones del avalista. Los acreedores pueden seguir reclamando el pago al avalista incluso después de que la empresa se haya declarado en concurso. Por tanto, ser avalista implica una responsabilidad directa, personal e ilimitada, salvo que se haya pactado expresamente otra limitación en el contrato de aval.

¿Qué diferencias existen entre ser socio y ser avalista de una empresa en concurso?

Aunque en muchos casos coincidan ambas figuras en una misma persona, no son lo mismo. El socio es propietario de una parte del capital de la empresa, mientras que el avalista actúa como garante de las deudas. Un socio puede perder su inversión si la empresa entra en concurso, pero si además es avalista, se arriesga a perder también su patrimonio personal.

¿Qué es un concurso culpable y cómo afecta al avalista?

Un concurso culpable es aquel en el que se demuestra que la insolvencia ha sido causada o agravada por la actuación negligente o dolosa de los administradores o personas con poder de decisión en la empresa. Si el avalista es también administrador y se califica el concurso como culpable, puede enfrentarse a sanciones como la inhabilitación, la pérdida de derechos económicos o incluso acciones de responsabilidad patrimonial, impidiéndole además acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad si se solicita concurso personal.

¿Qué acciones puede tomar un avalista una vez que la empresa entra en concurso?

  1. Negociar con los acreedores: Algunos acreedores pueden estar dispuestos a aceptar un calendario de pagos o una quita si se percibe voluntad de pago.

  2. Iniciar un procedimiento concursal personal: Si el avalista no puede afrontar las deudas avaladas, puede plantearse su propio concurso de acreedores.

  3. Impugnar cláusulas abusivas: Si existen condiciones desproporcionadas en el contrato de aval, es posible impugnarlas judicialmente.

  4. Iniciar la solicitud de exoneración de deudas: A través del procedimiento de la Ley de Segunda Oportunidad, como ya se ha explicado.

¿Qué sucede si varios socios avalan una misma deuda?

En ese caso, todos responden solidariamente, es decir, el acreedor podrá dirigirse contra cualquiera de ellos por la totalidad de la deuda. El avalista que pague podrá repetir posteriormente contra los demás avalistas para reclamarles su parte proporcional.

Para proteger sus intereses, el socio o administrador avalista debe mantenerse informado y contar con el apoyo de profesionales especializados en derecho concursal. Esto le permitirá negociar condiciones de pago favorables, defenderse en caso de acciones de responsabilidad y, de ser necesario, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, maximizando así sus opciones para enfrentar con éxito el reto financiero que representa el concurso de acreedores.

 

[1] https://martinpares.com/blog-martin-pares-abogados/riesgos-no-declararar-concurso-de-acreedores/