Ley 5/2025: Un paso adelante en la protección vial y la modernización del seguro de automóviles
By Javier Rovira Torres
El pasado 26 de julio de 2025 entró en vigor la Ley 5/2025, una importante reforma del régimen jurídico sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor, que introduce notables novedades en materia de seguridad vial, protección de víctimas y actualización del sistema asegurador. Esta norma transpone la Directiva (UE) 2021/2118, del Parlamento Europeo y del Consejo, adaptando el marco español a las nuevas realidades de movilidad y reforzando la protección jurídica de los afectados por accidentes de tráfico.
Principales objetivos y alcance
La ley persigue tres grandes metas: garantizar una mayor protección de los terceros perjudicados, adecuar la legislación al avance tecnológico y de movilidad, incluyendo los vehículos personales ligeros, y mejorar la solvencia y supervisión de las entidades aseguradoras.
Para lograrlo, se modifican tres normas clave: el Texto Refundido de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor (Real Decreto Legislativo 8/2004), la Ley 20/2015 de Ordenación, Supervisión y Solvencia de Entidades Aseguradoras, y la Ley 35/2006 del IRPF. Con ello se refuerza un sistema más justo, adaptado a la diversidad de medios de transporte actuales.
Inclusión de los vehículos personales ligeros
Una de las principales novedades es la obligatoriedad del seguro de responsabilidad civil para los vehículos personales ligeros, como los patinetes eléctricos o similares. A partir del 2 de enero de 2026, sus propietarios deberán contratar una póliza que cubra los daños personales y materiales que puedan causar a terceros.
Se considera vehículo personal ligero, aquel con una o más ruedas, de una sola plaza y propulsado exclusivamente por motor eléctrico, con velocidad máxima entre 6 y 25 km/h y un peso inferior a 25 kg. La norma excluye a los vehículos de movilidad reducida y a las bicicletas con pedaleo asistido. Esta medida busca equiparar derechos y deberes entre todos los usuarios de la vía, fomentando la convivencia segura en entornos urbanos.
Ampliación de conceptos y mayor cobertura a las víctimas
La ley redefine los conceptos de “vehículo a motor” y “hecho de la circulación”, para ofrecer una cobertura más amplia a las víctimas de accidentes, incluso en casos en que el vehículo esté detenido o se utilice fuera de vías convencionales, siempre que conserve su función de transporte.
También se refuerzan los mecanismos de indemnización cuando la aseguradora sea insolvente. En tales casos, el Consorcio de Compensación de Seguros u OFESAUTO asumirán el pago a los perjudicados, garantizando que nadie quede desprotegido ante la quiebra de una compañía.
Actualización del sistema de valoración y protección de los lesionados
En materia indemnizatoria, la Ley 5/2025 actualiza el baremo de daños personales, sustituyendo el índice de revalorización de las pensiones (IRP) por el Índice de Precios al Consumo (IPC), asegurando así una compensación más justa y ajustada a la realidad económica. Se incrementan las indemnizaciones por fallecimiento, secuelas y lesiones temporales, y se reconoce el derecho de las víctimas a elegir libremente centro sanitario, con reembolso por parte de la aseguradora.
Además, las indemnizaciones abonadas por el Consorcio de Compensación quedan exentas de IRPF, equiparándose a las pagadas por las aseguradoras.
Supervisión y solvencia del sector asegurador
La reforma también afecta al régimen de honorabilidad y aptitud de los directivos de aseguradoras, otorgando al supervisor la facultad de suspender temporalmente o cesar a quienes incumplan los requisitos de idoneidad. Se crea, además, un nuevo artículo que obliga a las entidades a diseñar planes preventivos de recuperación ante eventuales crisis financieras, fortaleciendo la estabilidad del sistema.
Reflexión final
La Ley 5/2025 marca un hito en la modernización del marco normativo español en materia de tráfico y seguros. No solo incorpora los avances de la Unión Europea, sino que adapta el sistema a la nueva movilidad eléctrica y urbana. Su énfasis en la protección de las víctimas, la responsabilidad de los nuevos medios de transporte y la transparencia del sector asegurador convierten esta reforma en un paso decisivo hacia una circulación más segura y equitativa.